Lección 4ª- ¡La GRAN OLA TECNOLÓGICA que se avecina! ¿Será un TSUNAMI? Preparémonos para surfearlas en nuestras empresas.

¡La GRAN OLA TECNOLÓGICA que se avecina! ¿Será un TSUNAMI? Preparémonos para surfearlas en nuestras empresas.

Dicen los expertos que nuestra mente está progresando linealmente pero la tecnología se está expandiendo exponencialmente. Un surfista lo entendería: se está generando una gran ola y tenemos que prepararnos para surfearla. ¡La gran Ola Tecnológica! Algunos incluso vaticinan que será un Tsunami.

Pero hay algo que está claro, tanto sea una gran ola para surfear la o sea un tsunami devastador, es muy importante para sobre vivirlo dar relevancia en nuestras empresas al tercer componente del éxito empresarial (del que ya hablábamos en el blog anterior). Se trata del “Clima Laboral”.

Queramos o no, los robots y el mundo digital (ya post-digital) invadirán por todas partes a nuestras empresas como una isla en mitad del océano. Y es precisamente en ese momento, cuando solamente podrán sobrevivir los negocios en los que sus gerentes y equipos directivos, hayan preparado a sus trabajadores para surfear esas grandes olas tecnológicas en sus ambientes de trabajo. Y además, solamente los más hábiles y precavidos de ellos, podrán mantenerse si de verdad es un Tsunami.

Es muy importante que las personas que están dentro de nuestras empresas sepan adaptarse a esta nueva era que inevitablemente llegará, no siendo esclavos de la tecnología o lo que es peor, de quienes la dominan. Sabiendo manejarse hábilmente en sus aguas. ¡No es fácil, pero es inevitable!

Tanto el apego excesivo a las nuevas tecnologías (deshumanización, pérdida del control y dependencia ciega) como el rechazo (inmovilismo) o la aceptación con miedo (impotencia, bloqueo y pérdida de oportunidades), dan lugar a patrones de comportamiento tóxicos dentro del entorno laboral. Los gerentes y directivos habrán de hacer frente a ello en el día a día e incluso de forma más activa en un futuro ya muy cercano.

Se entiende por clima laboral la “atmosfera” psicológica y social que rodea el ambiente de trabajo y que incide plenamente en la consecución o no de las metas propuestas.

De esta forma, cada trabajador, para generar un buen clima laboral, ha de disfrutar de las siguientes interacciones en su entorno laboral:

  • Sus jefes o líderes han de transmitirle credibilidad, confianza e imparcialidad, y el percibirlo.
  • Con sus compañeros de trabajo ha de trabajar en un ambiente de cooperación y respeto.
  • Su propio puesto de trabajo ha de hacerle sentirse valorado, empoderado y orgulloso de su tarea.
  • Y, la organización, como entidad en sí misma ha de ofrecerle el contexto necesario para generar “sentimientos positivos de permanencia”

Esta atmósfera se ve muy alterada cuando introducimos el “componente tecnológico”.  Impactando significativamente en el clima laboral. Especialmente en dos aspectos:

  • El ALCANCE: El grupo de personas que ejercen influencia, toman decisiones y con las que se colabora, se extiende mucho más allá que los miembros de la empresa.
  • Y, la TIPOLOGÍA: Las personas no solamente tienen que competir, para mantener el puesto de trabajo, con sus compañeros sino también con máquinas y softwares que son cada vez más eficientes y rentables. Lo cual se reforzará con el avance progresivo de la robótica en tareas que actualmente realizan personas.

Dependerá de las decisiones que actualmente vayan adoptando los gerentes y directivos de las empresas, que su impacto genere sinergias que sean aprovechadas de forma positiva y no negativa.

En ocasiones muchas acciones implantadas en las organizaciones no obtienen los resultados esperados, como consecuencia del mal clima laboral. Generando, no solamente frustración sobre los resultados obtenidos, sino pudiendo afectar incluso a la sostenibilidad futura del negocio. Cuando eso sucede, diremos que existe un “ambiente laboral tóxico”.

Para combatir la toxicidad del clima laboral tendremos que analizar las diferentes dimensiones de éste. Disponemos de varios modelos que lo explican, pero hemos elegido el “Modelo de las 9 dimensiones de LITWIN Y STRINGER” que nos ayudará a reflexionar sobre el impacto de la tecnología en el clima laboral y cómo actuar ante ello.

Dimensión 1: ESTRUCTURA ORGANIZATIVA

La tecnología hace más complejas y continuamente cambiantes las estructuras de las organizaciones. Las personas se sienten inseguras en cuanto a la garantía de permanencia en el puesto de trabajo: no se ven tan necesarias e imprescindibles como antes.

Potenciar la flexibilidad funcional (polivalencia) desde la dirección permitiría ir adaptando la estructura organizativa sin que se vea afectado el clima laboral.

Dimensión 2: RESPONSABILIDAD

Los trabajadores tienden a perder motivación y autoestima en un entorno cambiante y de incertidumbre, sintiéndose en ocasiones considerados como una máquina más (igual que en la revolución industrial)

De entre las múltiples teorías que existen para explicar cómo se comporta la “motivación en el entorno laboral” hemos elegido el Modelo de Establecimiento de Metas de EDWIN LOCKE.  Algunas posibles acciones a implantar para evitar la toxicidad serían:

  • Definir claramente los procedimientos de trabajo del día a día tras la incorporación de cada nueva tecnología. De forma que cada trabajador tenga claro lo que se espera del mismo. Ofreciéndole además los recursos y adiestramiento necesarios para conseguirlo.
  • Desplegar las metas y objetivos estratégicos por toda la organización, para que cada trabajador se sienta parte de su consecución final.
  • Implantar procedimientos de actuación en cada departamento para la gestión de las no conformidades internas y externas que van surgiendo en un ambiente tan cambiante. Estableciendo para ello reuniones departamentales, de procesos o de área donde se traten.
  • Implantar “focos de creatividad” en los equipos de trabajo constituidos para la resolución de problemas en un ambiente tecnológicamente lleno de oportunidades.

Dimensión 3: RECOMPENSA

A pesar de que la sociedad está inmersa en una cultura de “low-cost” es interesante distanciarse de su influencia en el entorno laboral, cuando se aborda la planificación a largo plazo.

No olvidemos que lo que hoy es un “trabajador low-cost” en un futuro cercano será remplazado por una máquina, un software e incluso un robot. Consecuentemente, es importante formar a los trabajadores de nuestras empresas en competencias que vayan por delante de la tecnología.

No obstante, si en la actualidad se precisara inevitablemente de esos servicios, sería aconsejable desvincularlo de la propia organización y subcontratarlo. Optimizar una organización con trabajadores low-cost, y al mismo tiempo mantener principios éticos y legales, requiere una especialización.

Dimensión 4: RIESGO y DESAFÍO.

Nunca como hoy en día, la información sobre los avances tecnológicos ha estado tan al alcance de cualquier trabajador, y no exclusivamente del equipo directivo o de revistas y proveedores especializados.

Es un buen momento para que los directivos y responsables de áreas estén abiertos a promover en los trabajadores de sus equipos, que sean creativos y aporten ideas innovadoras en sus puestos de trabajo sobre la forma de alcanzar sus metas.

Dimensiones 5 y 6: RELACIONES y COOPERACIÓN

La mayoría de los avances tecnológicos están vinculados al mundo digital y se desarrollan a través de las relaciones. Convirtiéndose éstas en sus grandes protagonistas. De hecho, se habla ya del periodo “post-digital”, donde el coste de la conectividad es gratuito.

Dentro de las empresas sucede lo mismo. Si un trabajador no puede el solo alcanzar sus metas, debe buscar quien puede complementar le para conseguirlas. Ello implica buscar colaboradores tanto dentro como fuera de la organización en el desempeño de las tareas del día a día.

La cooperación y búsqueda de alianzas estratégicas en base a las necesidades de cada momento, será el gran reto futuro. La “gran ventaja competitiva de las empresas” será su capacidad de generar REDES de COOPERACIÓN por parte de todos los trabajadores de la organización. Así como de la propia organización como Identidad Corporativa.

Dimensión 7: ESTÁNDARES

Los estándares son las directrices, consignas y políticas que emite la organización y que afectan directamente a la forma de llevar a cabo las tareas. Los estándares estarán totalmente digitalizados en un entorno fuertemente tecnológico e incorporarán nuevos estándares para garantizar el correcto funcionamiento de dicha digitalización (seguridad en redes, protección de datos, confidencialidad,…) Es muy importante ir introduciendo en los trabajadores de la empresa y en nuevas contrataciones una nueva cultura de trabajo: “trabajo en la era digital”. Esto supone conocer y saber qué uso se puede hacer de las herramientas tecnológicas, sin que ello suponga renunciar al trato personal, y a garantizar los niveles de productividad exigidos en este nuevo contexto laboral. De no ser así, la presión de los nuevos medios digitales, en vez de facilitar las tareas, se convertirá en un freno de la eficacia y la eficiencia.

Dimensión 8: CONFLICTOS

La incidencia de la tecnología en el campo laboral está generando nuevas cuestiones en el derecho del trabajo. La ampliación de la tecnología al trabajo hace que en algunos puestos de trabajo sea necesario estar 24h digitalmente disponibles a la empresa. Lo que ha llevado a que surja por ejemplo el llamado derecho a la desconexión digital. Y esto es solo un comienzo.

Para solventar los conflictos que pudiera genera la dependencia tecnológica que va surgiendo, sería interesante implantar canales de mediación dentro de la empresa, que facilite la canalización de dichos conflictos en la búsqueda de soluciones. Sería una competencia adicional dentro del campo de RRHH que debiera estar incorporada a determinados puestos de trabajo.

Y por último, la Dimensión 9: IDENTIDAD

Se conoce a esta dimensión, como la de percibir por parte del trabajador de un “sentimiento de pertenencia”. Es decir, el orgullo de pertenecer a la empresa, ser miembro activo de ella y tener la grata sensación de estar contribuyendo con sus esfuerzos por lograr los objetivos de ésta.

Los nuevos factores que van a influir en un trabajador en la era digital para permanecer en una empresa es si esta potencia su reputación en Internet. Lo que obliga a la empresa también a tener que trabajar su buena reputación en Internet.

EJERCICIO PRÁCTICO:

Reflexione sobre las dimensiones anteriores en su empresa, en base a lo expuesto. ¿Qué acciones emprendería para hacer de sus trabajadores buenos surfistas tecnológicos en la era digital?

 

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